Al construir una nave industrial se obtiene un inmueble que no solo va a englobar toda la producción diaria de una empresa, sino también a sus bienes de manufactura, maquinaria, equipos informáticos, sistemas logísticos, empleados, medios de transporte, etc.
En relación al material, por el simple hecho de estar presente y permanecer en un lugar, está corriendo un riesgo que debe ser evitado o asegurado. Con un seguro, en caso de inevitabilidad, podrá ser rápidamente repuesto, ya que la compañía aseguradora se hará cargo de sufragar los daños y permitir la vuelta de la productividad de forma eficiente en el menor tiempo posible.
Una nave industrial debe estar protegida ante cualquier evento extraordinario que pueda producir pérdida o deterioro, en su totalidad o en parte, tanto de la estructura como de lo que en su interior se resguarda.La fórmula más popular para asegurar este tipo de instalaciones se engloba en los servicios que ofrece un seguro multirriesgo comercial.
En qué consiste un seguro multirriesgo comercial
Se estima que, solo en España, se viene produciendo un siniestro relacionado con el agua cada dos segundos y otro de incendios cada 28 minutos, aproximadamente. Como norma general, estos eventos llegan sin avisar, sin importar lo preparada que esté la empresa ni la nave industrial. Ante estas situaciones, la única salvaguarda con la que puede contar la organización empresarial es con un seguro multirriesgo comercial.
Como norma general, gracias a este tipo de seguros quedarán cubiertos los daños causados por inundaciones, actos vandálicos, tormentas, robos, incendios, daños eléctricos y cualquier otro que haya quedado previamente especificado en el contrato. Así mismo, el empresario estará protegido en el ámbito económico, pues contará con los costes de defensa por responsabilidad civil, el daño que pueda haber producido la propia nave industrial a terceras personas o partes y el daño a las propias instalaciones.
Del mismo modo, es fundamental contar con un seguro que contenga el contenido de la nave industrial, es decir, la materia prima, la maquinaria, las mercancías, el mobiliario, los inventarios de la producción…
Existen diferentes modelos de seguros para naves industriales según las necesidades a cubrir de la propia empresa.
La Póliza de Seguro todo riesgo
Si se quiere resguardar la nave industrial de toda posibilidad de daños, con una Póliza de Seguros Todo Riesgo será posible cubrir y proteger tanto los bienes patrimoniales como la cuenta de resultados. Con esta modalidad de seguro industrial, quedarán cubiertos todos los daños que se hayan producido de manera accidental en las instalaciones de la empresa, pero, también, la incidencia de daño sobre los resultados económicos previstos en el ejercicio.
Como norma general, estos seguros para naves industriales son interesantes para las organizaciones de gran tamaño que prefieran asumir una retención de las pérdidas que pudieran ocasionarse ante un evento que produzca el cierre de parte o de toda la actividad.
Las coberturas que se ofrecen en este tipo de seguro son;
Para mercancías
En el sector de la producción o de la transformación, será para cubrir tanto las materias primas como las que están en proceso de fabricación y aquellas otras consideradas como productos terminados.
Para instalaciones fijas y naves industriales
Aquí se incluyen las infraestructuras de talleres, plantas de producción, fábricas, naves de oficinas…
Para la maquinaria, el mobiliario y los equipos
En estas coberturas entra todo lo que se encuentre dentro de la fábrica o las instalaciones de la empresa.
Los gastos permanentes o el margen bruto
En caso de que una incidencia o siniestro llegara a paralizar la actividad productiva de la empresa, imposibilitando llegar a la facturación prevista, ciertas aseguradoras llegan a ofrecer una cobertura operativa hasta el momento en el que la organización haya recuperado su nivel habitual y estimado en las ventas.
La Póliza combinada Industrial
Para proteger las cuentas de resultados de una empresa con una cobertura de riesgos combinados y los bienes patrimoniales de la industria, esta es la fórmula que suelen ofrecer las aseguradoras.
Es un tipo de póliza enfocada a las empresas de mediano y gran tamaño y sin importar el sector al que se dedique, ya sea industrial o de servicios. Con la póliza combinada industrial, la infraestructura general de la empresa estará asegurada. Según la compañía con la que se tenga contratado este seguro, se obtendrán diferentes beneficios en relación a la retención por pérdidas.
Qué tener en cuenta antes de elegir el seguro
En cualquier caso, antes de contratar un tipo u otro de póliza, hay que valorar las ventajas y desventajas de cada caso.
En primer lugar, habrá que evaluar la conveniencia de tener más de una compañía de seguros para todas las pólizas que se consideren interesantes. Si es preferible las pólizas multirriesgo, seguros de responsabilidad civil… o tener toda la cartera de seguro bajo una misma aseguradora, algo que a priori suele ser beneficioso pues, por regla general, suelen ofrecer una reducción en el coste general.
En segundo lugar, es posible que lo más interesante sea reasegurar. Este sistema no es otra cosa que un tipo de contrato que suscribe la compañía de seguros donde se tiene la póliza con otra reaseguradora para que esta última asuma parte del coste si un siniestro tuviese lugar.
En cualquier caso, se deberá pedir presupuesto y negociar condiciones y primas, pues es posible llegar a ahorrar hasta un 40% del coste inicial. Nunca se debe aceptar sin más lo que una aseguradora ofrezca.
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