Para poner en marcha una nave industrial, uno de los elementos principales es elegir el suelo de la nave.
Los pavimentos industriales son la solución perfecta a la hora de solar las naves en las que de desarrollan estos trabajos. Este tipo de suelos ofrece una gran resistencia, además de tener otras peculiaridades muy importantes en un centro de trabajo, como por ejemplo su carácter antideslizante. Podemos distinguir varios tipos de esta clase de pavimento.
Clases de pavimento industrial
Pavimentos epoxi
Este tipo de pavimento se elabora a base de un tipo de resina que ofrece una gran resistencia frente a los golpes, rozaduras, arañazos o filtraciones. Gracias a estas cualidades, es un pavimento ideal para industrias en las que se manejen líquidos corrosivos u otras sustancias químicas, aunque también es frecuente encontrarlas en otros centros como hospitales, gimnasios o residencias de ancianos.
Además de una dureza considerable, este tipo de pavimento es antideslizante, con lo que va a evitar posibles caídas de los trabajadores al resbalar. También podemos destacar sus cualidades ignífugas.
La composición de este pavimento retarda la extensión rápida del fuego en caso de incendio. Por otra parte, es un suelo muy fácil de limpiar, no siendo necesaria ninguna máquina ni componente específico. Por todas estas peculiaridades, este pavimento contribuye a aumentar la seguridad de los operarios que trabajan en el centro.
Esta clase de suelo es bastante accesible desde el punto de vista económico. Por otra parte, tampoco se requieren unas obras demasiado molestas para su instalación.
Pavimento de poliuretano
Como su propio nombre indica, este suelo está fabricado a base de poliuretano. Sus principales cualidades son su elevada resistencia, incluso mayor que el pavimento epoxi, y su cualidad de aislante térmico, lo que le hace muy resistente a los cambios drásticos de temperatura. También ofrecen muy buena resistencia frente a la abrasión.
Respecto a su resistencia frente a los cambios térmicos, aguantan temperaturas extremas, desde -40º hasta los 130º. Es un suelo que ofrece muy buenos resultados en aparcamientos y en espacios exteriores, gracias a esta resistencia a las temperaturas excesivas y a la soportan muy bien los rayos ultravioleta. Así, el suelo no sufrirá ningún deterioro por una incidencia excesiva de los rayos del sol.
Las industrias que trabajen con grandes congeladores o cámaras frigoríficas de tamaño considerable, suelen utilizar en sus suelos esta clase de pavimento, debido a la resistencia a las temperaturas bajas. También ofrece una gran resistencia tanto a golpes, como a la abrasión y a los arañazos. Finalmente, su limpieza resulta muy fácil y ofrece un acabado de cierta belleza estética, puesto que está disponible en varios colores y se puede presentar en tonalidades mate o brillantes.
Pavimento de hormigón
Este es el tipo de suelo posiblemente más utilizado en el mundo en naves industriales y centros de trabajo similares. También es posible verlo en otro tipo de pavimentos, como por ejemplo en carreteras. De este material, debemos destacar su larga duración y dureza. Puede soportar situaciones de un volumen elevado de presión de manera continua.
Pavimento a base de hormigón pulido
La dureza es la principal característica destacable de este material. Su precio asequible y su versatilidad, han permitido que sea un material muy utilizado en distintos centros industriales que busquen suelos duros y que duren muchos años.

El pulido de este suelo se lleva a cabo con litio, material que le concede unas propiedades anticorrosivas importantes. Esta cualidad puede ser muy importante en lugares de trabajo donde se utilicen sustancias químicas y líquidos que puedan ser corrosivos.
Cabe la posibilidad de elegir este tipo de suelo en distintos colores, por lo que podemos conceder un cierto carácter estético a nuestra nave si usamos esta pavimentación.
Hormigón fratasado
La principal peculiaridad de este tipo de hormigón es el fratasado, que es un tipo de acabado que consigue una superficie rugosa mediante unas máquinas giratorias. Esta superficie concede al hormigón un carácter antideslizante, que supone una mayor seguridad para los trabajadores del centro. Al tratarse de un suelo de hormigón, hablamos de un suelo muy duro y que va a tener una larga vida útil.
Pavimento de cemento y poliuretano
La principal peculiaridad de este tipo de pavimento es su gran resistencia frente a la incidencia de sustancias químicas y los contrastes bruscos de temperatura. Aguantan cualquier derrame de sustancias químicas, incluso de las más corrosivas.
Asimismo, la dureza de sus componentes permiten una larga vida útil de este pavimento. Su limpieza y mantenimiento resulta muy sencilla y son impermeables. Estas características hacen de este pavimento un suelo ideal para las industrias alimentaria y químicas.
Un suelo para cada actividad industrial
Como habrás podido comprobar hay distintos tipos de pavimentos industriales, cada uno con sus peculiaridades. En función de la actividad que realice tu empresa te interesará instalar un tipo de pavimento u otro.
En una industria alimenticia interesará, por ejemplo, que el suelo sea impermeable y anticorrosivo, mientras que en naves donde tengan que entrar camiones, interesa que aguanten grandes cantidades de peso. Es necesario valorar previamente las necesidades de tu actividad antes de elegir el pavimento.
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