Muchos propietarios han tenido que asumir, antes o después, la necesidad de costear reformas estructurales en edificios.
Los motivos que llevan a hacerlas pueden ser de muy diversa índole. Abarcan todas aquellas posibilidades que, de un modo u otro, afectan a la estabilidad del conjunto de una edificación.
Entre ellas se cuentan desde un sismo violento hasta el deterioro de materiales derivado del paso de los años, como el propio hormigón utilizado en la obra.
Por otra parte, la realización de estas reformas implica una inversión económica considerable. Pero al mismo tiempo pueden ser consideradas como una inversión que, desde el mismo momento en que se realice, incrementará el valor de mercado de los bienes raíces implicados.
Por todo ello, a la mayoría de los propietarios les conviene saber con exactitud qué son las reformas de estructuras en edificios, qué procesos implican y cuáles serán los resultados de su aplicación. Para atender a esta necesidad, en el presente artículo te damos toda la información que necesitas.
¿Qué son las reformas estructurales en edificios?
Formalmente hablando, hacen referencia a una serie de procesos de construcción que tienen por objeto la modificación de una determinada estructura. Por consiguiente, dichas modificaciones no van a ser meramente superficiales, sino que afectarán a los propios cimientos de la edificación.
Asimismo, los procesos de construcción implicados no son los mismos que los que se llevarían a cabo en la reforma de una casa por ejemplo.
Cuando se realiza una reforma de estas características, suele ser porque están en juego las propias condiciones de habitabilidad de un edificio, pudiendo llegar a producirse desprendimientos, hundimientos o incluso derrumbamientos.
Resolver esta amenaza debe quedar en manos de profesionales cualificados que, por lo general, tardarán un tiempo considerable en realizar el trabajo.
En muchos casos, los edificios que se someten a una reforma estructural no están preparados para que se entre a vivir directamente en ellos.
Sería el caso de los que sufren las consecuencias de un terremoto o de los que tienen, por ejemplo, más de un siglo de antigüedad.
No obstante, esta clase de reformas también pueden ser encargadas por los miembros de una comunidad de vecinos que, tras una inspección, han recibido una advertencia por parte de las administraciones competentes.
En este caso, las reformas pueden llevarse a cabo sin que los propietarios deban abandonar forzosamente las viviendas.
¿En qué consiste la rehabilitación de estructuras de edificios?
La rehabilitación de las estructuras depende de las causas que la originen. En caso de que se trate de un edificio afectado por un terremoto, se puede consolidar de nuevo, dejándolo tal y como estaba antes.
En caso de que, además, se quiera prevenir contra un nuevo terremoto, se puede aumentar su capacidad de sobrecarga.
Ahora bien, estas reformas también pueden limitarse a detectar errores de diseño en el propio edificio y a subsanarlas para evitar consecuencias fatales.
Y lo mismo sucedería en caso de que el edificio, por una razón u otra, incumpliera las normativas de edificación vigentes.
Los procesos implicados en una reforma son muchos y muy variados. A la hora, por ejemplo, de consolidar de nuevo estructuras de hormigón, se podrían añadir conexiones entre vigas y columnas, sustituir aquellos elementos que hayan quedado irremediablemente dañados o reforzar armazones de cemento.
Más allá de eso, estos procesos también pueden incluir medidas relativas al restablecimiento de la mampostería.
También estas, en ciertos casos, se consideran de naturaleza estructural y, cuando el edificio está habitado y no está amenazado por ninguna posible catástrofe, son las más habituales.
Entre estas figuran el refuerzo de los paneles de pared y de columnas o pilares que hayan sido construidos con ladrillo; el aumento de las conexiones entre el grueso de cemento armado y la propia mampostería; el afianzamiento de paredes, etcétera.
Más allá de estos ejemplos, las reformas de estructuras en edificios pueden complicarse de forma considerable.
Todo depende del edificio en cuestión. Si se trata, por ejemplo, de uno histórico que, además, cuente con una rica arquitectura, la reforma puede conllevar la consolidación de todo tipo de bóvedas, arcos y demás elementos sutiles.
Por otra parte, hay que tener en cuenta la posibilidad de reforzar estructuras de madera. Muchos edificios, sobre todo si son antiguos, fueron levantados en buena medida empleando este material.
El problema consiguiente es que, con el paso del tiempo, la madera suele acusar negativamente los daños de la humedad, sobre todo si no es convenientemente tratada.
Dada esta situación, se procurará aminorar todo tipo de deformaciones y, después, aumentar la capacidad de carga de la madera. Esto se puede lograr, entre otras posibilidades, aplicando láminas de fibra de carbono o estructuras de fibra de vidrio.
En realidad, en reformas de esta categoría es muy normal el empleo de fibras de todo tipo, también las que son de aramida o de acero.
Cada una de ellas aporta unas cualidades diferentes a la estructura donde se aplica. Las de aramida, por ejemplo, hacen que aumente la resistencia a violentas sacudidas vibratorias, con lo cual, son adecuadas para prevenir las consecuencias de un sismo.
¿Cuáles son los resultados de las reformas estructurales en edificios?
Por lo general, cabría citar tres objetivos a lograr por medio de estas reformas.
#1. El primero sería el de incrementar la capacidad de deformación de una o de varias estructuras presentes en el edificio.
De esta forma es como gana resistencia a la hora de recibir los envites de un sismo o cualquier tipo de impacto. La estructura podrá, efectivamente, llegar a deformarse pero no por ello a resquebrajarse o hundirse.
#2. Un segundo objetivo sería el de incrementar la resistencia a todo tipo de flexión en lo que se refiere a elementos estructurales clave como los pilares de hormigón.
Si estos pilares no cumplen este requisito, todo el edificio corre un serio peligro. Reforzar las estructuras de hormigón requiere de empresas profesionales para el trabajo, como Lovicon Murcia.
#3. El tercer objetivo sería incrementar también la resistencia de otros elementos igualmente importantes como las vigas del techo.
Si estos tres objetivos se logran, la estructura básica del edificio estará a salvo. Luego, para que fuera completamente habitable, habría que encargarse de todos aquellos procesos ligados a la mampostería.
Una vez llegado a este punto, ya conoces las implicaciones básicas de las reformas estructurales en edificios. Esperamos que esta información te haya servido de ayuda.
Si necesitas ayuda para reformar un edificio, no dudes en contactar con Lovicon construcción industrial.
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