Tanto el empresario que quiere ampliar su producción o iniciar una nueva aventura comercial, como el emprendedor que desea dar los pasos para hacer realidad sus sueños, necesitan conocimientos en cuanto a la creación de una nave industrial.
No son pocos los elementos y factores imprescindibles que ambos deberán tener en cuenta para llevar a cabo este trabajo y que la estructura final resulte fiable y eficiente para desarrollar la labor para la que se ha proyectado.
La clasificación del suelo
No es posible, legalmente hablando, construir una nave industrial sobre un terreno no clasificado, destinado, a este propósito. El inversor, empresario o emprendedor deberá conocer bien la clasificación urbanística que poseen ciertos suelos para evaluar con criterio la viabilidad de la construcción sobre un determinado terreno, así como las posibilidades de implantación de una actividad industrial.
Existen tres tipos de clasificación de suelos que hay que tener en cuenta para edificar; el urbanizable, el urbano y el no urbanizable.

Suelos urbanos
Los terrenos que llevan este nombre son aquellos que se encuentran delimitados dentro del término municipal. Estas extensiones ya se han desarrollado urbanísticamente y corresponden a los puntos estipulados según la normativa de servicios esenciales.
Terrenos urbanizables
Son todas aquellas áreas que requieren un plan de desarrollo, cuya adaptación es posible que se esté realizando o que en un futuro se lleve a cabo.
No urbanizables
Por último, el terreno que ya sea porque es imposible construir sobre él o por motivos de riqueza económica o cultural tiene limitado el tipo de construcción o directamente se les prohíbe.
Las licencias y los permisos municipales
Según la población elegida para la construcción de la nave industrial existirán unas licencias y unos permisos determinados. La complejidad de la burocracia administrativa puede variar notablemente de un emplazamiento a otro.
Por este motivo, es necesario que el interesado se informe bien de cuáles son necesarios y si es posible adquirirlos en el tiempo requerido. Hay que asegurarse de que el proyecto no quedará estancado por la falta de alguno de estos documentos. Del mismo modo, hay que valorar que el precio de estos trámites puede variar de una localidad o una comunidad autónoma a otra.

La regulación de la construcción
Directamente relacionada con las licencias y permisos necesarios, una construcción de este tipo está especialmente regulada independientemente al sector que pertenezca. Su regulación tendrá en cuenta factores como la seguridad, la habitabilidad y el confort de aquellos que vayan a ser sus usuarios.
Así mismo, en los últimos tiempos también son tenidos en cuenta aspectos como el desarrollo sostenible, la protección ambiental y la relación que se establece con la gestión urbana.
Para dar legalidad a una nave industrial se tendrá que cumplir el apropiado procedimiento administrativo. Este proceso verificará los cumplimientos debidos de todos y cada uno de los requisitos técnicos para cumplir con la actividad industrial para la que ha sido concebida.
La construcción de la nave y todas sus instalaciones se habrán ejecutado según dicta el proyecto técnico necesario para obtener la legalización final.
De este único modo podrá continuar el procedimiento administrativo que verificará su cumplimiento. Además del proyecto técnico de ejecución se deberá aportar el certificado final de obra, la cédula de habitabilidad de la nave, el certificado de seguridad estructural y los boletines de instalación (eléctrico y el de las instalaciones contra incendios).
Cabe mencionar la posible existencia de extraordinarias autorizaciones sectoriales en función de la actividad que se vaya a realizar y que se emitiría por los distintos ministerios o conserjerías.
Instalación y acceso a los servicios y suministros básicos
Aunque este factor depende directamente del tipo de suelo sobre el que se va a construir, es importante comprobar si dispone en el momento de iniciar la obra de los suministros básicos de abastecimiento de agua, alcantarillado y electricidad. Estos son los básicos, pero en dependencia de la finalidad de la nave a construir serán necesarios otros suministros que habrá que considerar, como por ejemplo servicios de recogida de basuras.
Estudios del suelo y geotecnia
Se trata de un estudio especializado para conocer el tipo de suelo que servirá para determinar si es válido para una construcción posterior. Gracias a este trabajo se asegura qué tipo de cimentación es la más adecuada para la edificación de la nave industrial. Se obtendrán resultados que permitirán calibrar las características del subsuelo con las que evaluar las respuestas y consecuencias que sobre el edificio tendrán los factores naturales y antrópicos que influyen sobre la inestabilidad del terreno. Este gasto es absolutamente necesario antes de apostar por llevar a cabo la construcción y servirá para optimizar el coste del presupuesto final.
Dimensiones de la nave industrial
Como cabe suponer, el tamaño y dimensiones de cualquier nave industrial van a tener un directo y fuerte impacto sobre el presupuesto final de la construcción. Así mismo, hay que darle la importancia que tiene a la adaptación de la propia nave a las necesidades que requiere el negocio o tipo de empresa.
Por otra parte, de deben valorar desde un principio las posibilidades de crecimiento con una posible ampliación del volumen de producción dedicada a la fabricación o a la instalación de oficinas para la gestión del proyecto. Así se evitará que en el futuro se tengan que llevar a cabo inversiones económicas excesivas.
La contratación de un arquitecto especializado o una compañía de diseño
Este paso es fundamental para que el proyecto se lleve a cabo con eficacia y solvencia. La contratación de un equipo con la más amplia experiencia en el sector de la construcción industrial tendrá en cuenta todos los aspectos enumerados a lo largo de este artículo. Es la única manera de tener controlados todos y cada uno de los elementos necesarios para la construcción de una nave industrial.
Si la empresa abarca todos los pasos necesarios para la ejecución del proyecto, mejor que mejor. como lo hace la empresa Lovicon.
Desde la creación y diseño del propio proyecto, garantizando el cumplimiento de los tiempos de ejecución en cada fase de la construcción, hasta la finalización completa de la obra, llevando a cabo con la máxima precisión cada detalle.
Contar con un arquitecto o empresa técnica especializada ofrecerá la ventaja de rentabilizar al máximo la inversión, gracias a un diseño a medida y a la optimización de cada espacio. Además, ofrecerá una perspectiva clara tanto de las características como de las necesidades para calcular los costes de construcción en el presupuesto.
Lovicon cuenta con un equipo completo de diseño y ejecución de proyectos industriales. Si necesitas asesoramiento personalizado para diseñar una nave industrial o incluso los exteriores de esta, no dudes en contactar con nosotros.
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